Se duerme en la fiesta y sus amigos se cogen a su esposa

Relatos eroticos de esposas con fotos

Nuestra historia comienza en una noche cálida de verano, en una fiesta íntima entre amigos. La música suena suavemente de fondo mientras las risas y conversaciones animadas llenan el aire. Karen, deseosa de disfrutar de la noche, se prepara con esmero, eligiendo un vestido seductor que realza cada una de sus curvas.

La fiesta está en pleno apogeo, con amigos y conocidos conversando y divirtiéndose. Sin embargo, el esposo de Karen ha caído en un profundo sueño debido al exceso de alcohol. Aunque inicialmente había estado disfrutando de la fiesta, su cuerpo no pudo resistir los efectos de la bebida, dejando a su esposa sola entre una multitud de amigos.

Un brillo travieso ilumina los ojos de los amigos mientras se percatan de la situación. Karen, consciente de la mirada lujuriosa que la rodea, siente cómo el deseo se despierta en lo más profundo de su ser. Sin la presencia de su esposo, siente una libertad tentadora para explorar su propia sensualidad y disfrutar de la compañía de estos amigos cercanos.

A medida que la noche avanza, Karen se encuentra en una encrucijada entre la lealtad a su esposo y el anhelo de entregarse a sus deseos más oscuros. La tensión sexual se vuelve palpable mientras los amigos se acercan, deseosos de ofrecerle una noche de pasión inolvidable.

Los amigos rodean a la esposa infiel, admirando su cuerpo voluptuoso y sus curvas tentadoras. Sus ojos se posan en sus tetas firmes, ansiosos por liberarlos de su cautiverio y saborear la suavidad de su piel.

Con una mirada lujuriosa y una sonrisa traviesa en los labios, Karen envuelve sus dedos alrededor de las vergas palpitantes, sintiendo el calor y la firmeza en sus manos. Las acaricia suavemente, deslizando sus dedos a lo largo de cada miembro, jugando con los pliegues de la piel y sintiendo su pulso de excitación.

Los amigos, sorprendidos y excitados por la audacia de Karen, gimen de placer ante su toque experto. Sus gemidos llenan el aire, mezclándose con los suspiros y susurros de anticipación. Karen disfruta de la sensación de poder y control, sabiendo que tiene el poder de llevarlos a todos al límite del placer.

Mientras acaricia las vergas erectas, Karen también se deleita con la variedad de texturas y tamaños. Cada miembro es único, desde el grosor hasta la suavidad de la piel. Su mano se mueve de uno a otro, saboreando la diversidad y la excitación que cada uno de ellos le brinda.

Los amigos, incapaces de resistirse a los encantos de Karen, se retuercen de placer bajo su toque experto. Sienten cómo sus vergas se vuelven aún más duras y sensibles, ansiosas por ser liberadas de las ataduras de la ropa y sumergidas en el calor y la humedad de su cuerpo.

Con un último apretón y un destello de deseo en sus ojos, la esposa infiel libera las vergas erectas de sus amigos, dejándolas libres para ser aprovechadas en la siguiente fase de esta experiencia erótica y prohibida.

Uno de los amigos acaricia con avidez las tetas de Karen, mientras otro desliza sus manos por su culo redondo y firme. Ella gime en respuesta, sintiendo cómo su coño se empapa de deseo y anhelo. Los amigos la rodean, acariciándola, besándola y tocándola con una pasión incontrolable.

Karen se entrega por completo a la lujuria, dejando que los amigos exploren cada centímetro de su cuerpo con sus manos y lenguas. Siente cómo su coño es devorado por una lengua hambrienta, mientras otro amigo penetra su culo con dedos expertos, preparándola para lo que está por venir.

La excitación se vuelve insoportable cuando los amigos comienzan a desvestirse, revelando sus vergas palpitantes y ansiosas por penetrarla. Karen los mira con ojos llenos de deseo, deseando sentir el poder y la pasión de cada uno de ellos.

Uno a uno, los amigos toman su turno para follarla, embistiéndola sin piedad y llevándola al borde del éxtasis una y otra vez. Siente cómo las vergas duras se abren paso en su coño húmedo y su culo apretado, llenándola de placer y satisfacción. Los gemidos y los gritos de placer llenan la habitación, mientras ella se entrega completamente a esta orgía prohibida.

Karen se pierde en un mar de sensaciones intensas, su cuerpo temblando con cada embestida, cada roce de piel y cada gemido compartido. Los fluidos se mezclan en un torbellino de deseo, mientras los amigos alcanzan su orgasmo una y otra vez, descargando su leche caliente en cada rincón de su cuerpo.

Una vez que la orgía de lujuria y deseo ha llegado a su fin, la esposa infiel se encuentra cubierta de los fluidos de sus amigos, una evidencia de la pasión desenfrenada que acababan de compartir. Con la mente clara y la necesidad de ocultar su indiscreción, se dirige a un baño cercano.

El agua tibia cae sobre su cuerpo, limpiando cada rastro de la noche de éxtasis. Ella se frota suavemente con jabón perfumado, disfrutando de la sensación de las burbujas acariciando su piel aún sensible. Cada movimiento es meticuloso, asegurándose de eliminar cualquier rastro de su aventura prohibida.

Una vez que se siente limpia y renovada, Karen se viste con cuidado ocultando cualquier signo de su experiencia salvaje. Acomoda su cabello y se asegura de que su maquillaje sea impecable, conservando su apariencia de mujer respetable.

Con todo en su lugar, la esposa infiel se dirige a donde su esposo aún duerme, ajeno a lo que ha ocurrido. Con movimientos suaves, lo despierta suavemente, susurra su nombre y le pide que la acompañe a casa. Él, aún somnoliento, la mira con cariño y acepta, sin sospechar siquiera la intensidad de la noche que su esposa ha vivido.

La pareja abandona la fiesta, caminando juntos hacia su hogar. La esposa infiel, con su secreto bien guardado en lo más profundo de su ser, sonríe con satisfacción mientras se aferra al brazo de su esposo, sabiendo que ha experimentado un placer que solo ella conoce.

FIN

«Hola soy tania espero que te haya gustado el relato que escribi, si quieres que agregue mas fotos y que escriba una segunda parte por favor pidelo abajo en los comentarios. Los quiero… shaoo.»

Tania